El trastorno bipolar es una afección de salud mental que provoca cambios extremos en el estado de ánimo, la energía y los niveles de actividad. Estos cambios de humor, conocidos como episodios, alternan entre niveles altos (manía o hipomanía) y niveles bajos (depresión). La intensidad y la duración de estos episodios varían de una persona a otra.
Tipos de trastorno bipolar
- Trastorno bipolar I: se caracteriza por episodios maníacos que duran al menos una semana o requieren hospitalización. También suelen ocurrir episodios depresivos.
- Trastorno bipolar II: implica episodios hipomaníacos (una forma menos grave de manía) y episodios depresivos, pero no episodios maníacos completos.
- Trastorno ciclotímico (ciclotimia): cambios de humor frecuentes con subidas y bajadas más leves que persisten durante dos años o más.
Síntomas del trastorno bipolar
- Episodios maníacos o hipomaníacos (subidones)
- Aumento de energía, inquietud o sensación de euforia
- Disminución de la necesidad de dormir
- Pensamientos acelerados y discurso rápido
- Comportamiento impulsivo o riesgoso (gastos excesivos, conducción imprudente, decisiones arriesgadas)
- Sentirse demasiado confiado o invencible
- Episodios depresivos (bajones)
- Tristeza o desesperanza persistentes
- Fatiga o falta de energía
- Dificultad para concentrarse o tomar decisiones
- Cambios en el sueño y el apetito
- Pensamientos de autolesión o suicidio (en casos graves)
¿Qué causa el trastorno bipolar?
Se cree que el trastorno bipolar es causado por una combinación de factores, que incluyen:
- Genética: los antecedentes familiares de trastorno bipolar aumentan el riesgo.
- Química cerebral: desequilibrios en los neurotransmisores que regulan el estado de ánimo.
- Factores estresantes de la vida: el trauma, los cambios importantes en la vida o el estrés prolongado pueden desencadenar episodios.
¿Cómo se trata el trastorno bipolar?
El trastorno bipolar es una afección que dura toda la vida, pero se puede tratar eficazmente con:
- Medicamentos: los estabilizadores del estado de ánimo, los antipsicóticos y los antidepresivos ayudan a regular los síntomas.
- Terapia: la terapia cognitivo-conductual (TCC) y la psicoeducación ayudan a las personas a sobrellevar los cambios de humor.
- Ajustes en el estilo de vida: dormir con regularidad, hacer ejercicio, controlar el estrés y evitar los factores desencadenantes.
- Sistema de apoyo: la familia, los amigos y los grupos de apoyo desempeñan un papel crucial en el manejo de la afección.
En el Centro Metropolitano de Salud Mental, nuestro equipo de atención comprende que el trastorno bipolar es una afección compleja pero tratable. Con el apoyo y la atención médica adecuados, las personas con trastorno bipolar pueden llevar una vida plena y productiva.